En Coniex contamos con una gran experiencia en el diseño e instalación de sistemas para el tratamiento y acabado de superficies metálicas. Disponemos de las tecnologías necesarias para que nuestros clientes obtengan el acabado deseado, incluyendo el satinado de acero y otras superficies metálicas.
Existen varias tecnologías y métodos utilizados para el satinado de piezas metálicas, entre los que destacan, gracias a su eficacia, el pulido por vibración y los tratamientos mediante chorro de arena. Cada una de estas tecnologías utiliza un determinado tipo de abrasivo.
La selección de uno u otro proceso depende de variables como la cantidad de piezas a tratar, el tipo de metal, la forma de la pieza, la rugosidad deseada, o los requisitos específicos del acabado satinado.
Pulido por vibración
Durante este proceso, las piezas metálicas se colocan en un bombo vibrador que agita y vibra las piezas junto con medios abrasivos, como chips de cerámica o esferas de acero. Este proceso roza suavemente la superficie del metal, creando un acabado satinado uniforme.
Es una tecnología eficiente para aquellas aplicaciones en las que se busca una textura suave y mate. El pulido por vibración es eficiente en procesos de satinado para:
- Piezas pequeñas y delicadas, ya que las vibraciones suaves y controladas permiten tratar estas piezas de manera uniforme sin dañar su forma o detalles.
- Piezas de geometría compleja en las que se puede lograr un acabado satinado uniforme en todas las áreas.
- Cuando se desea una textura satinada suave y sutil en la superficie de las piezas. Los medios abrasivos utilizados en el proceso pueden ser seleccionados para crear raspaduras finas y líneas suaves en la superficie, lo que resulta en un acabado mate deseado.
- Producción en lotes.
- El pulido por vibración ofrece un acabado satinado uniforme en toda la superficie de las piezas, lo que puede ser beneficioso en aplicaciones donde la consistencia del acabado es crucial, como la fabricación de componentes electrónicos, joyería o accesorios decorativos.
- Eliminación de marcas, arañazos e imperfecciones.
Tratamientos mediante chorro de arena: chorreadoras y granalladoras
Las tecnologías utilizadas en el proceso de chorro de arena involucran el uso de chorreadoras y granalladoras. Ambas máquinas utilizan partículas abrasivas para impactar y crear una textura satinada, pero tienen diferencias en términos de aplicaciones y características específicas.
La elección entre el uso de chorreadoras o granalladoras depende de varios factores, incluyendo el tipo de pieza, el satinado deseado, la aplicación específica y los requisitos de limpieza.
- Las chorreadoras son máquinas diseñadas para realizar el proceso de chorro de arena. El operador introduce los medios abrasivos (arena u otros materiales) en la máquina y controla la presión del aire, la velocidad del flujo de abrasivo y otros ajustes para lograr el acabado deseado.
Las chorreadoras son ideales para las siguientes aplicaciones:
- Cuando se requiere un control preciso y delicado sobre el proceso de chorro de arena, ya que se desea lograr acabados satinados o texturas sutiles en objetos más pequeños, como joyería, componentes electrónicos, detalles decorativos, etc.
- En aplicaciones de precisión en la que se necesita trabajar en piezas con detalles intrincados o áreas específicas que requieren satinado. La capacidad de controlar la presión del aire y otros parámetros ayuda a lograr un acabado satinado uniforme y deseado.
- Cuando la limpieza y eliminación de contaminantes no son el principal objetivo. Por ejemplo, en la preparación de superficies para fines estéticos más que funcionales.
- Las granalladoras son máquinas utilizadas principalmente para la limpieza y preparación de superficies metálicas en aplicaciones industriales. A diferencia de las chorreadoras que utilizan partículas abrasivas más finas, las granalladoras emplean granallas (pequeñas esferas de acero u otros materiales) para impactar y limpiar la superficie del metal.
Las granalladoras son una opción más eficaz en los siguientes escenarios:
- Las granalladoras son especialmente útiles en aplicaciones industriales donde se necesita una limpieza profunda y efectiva de la superficie del metal. Se utilizan para eliminar óxido, pintura, escala, residuos de fundición u otros contaminantes en piezas más grandes, como estructuras metálicas, piezas de maquinaria, componentes automotrices, etc.
- Cuando se requiere un alto volumen de producción y una limpieza eficiente. Son comunes en líneas de producción industrial donde se necesita preparar múltiples piezas en un período corto de tiempo.
- Si bien las granalladoras pueden lograr acabados satinados o mate, su enfoque principal es la limpieza y preparación de superficies más que la precisión en la textura. Son ideales cuando la rugosidad no necesita ser extremadamente controlada.