Tienen un diseño y forma que permiten un perfecto cierre durante el proceso de la centrifugación. Se fabrican en material de zamak y se comercializan en envases de 3 kg.
Existen tres tipos distintos de centradores:
Modelo standard indicado para la fundición de metales en moldes de silicona y caucho. Permite una fácil apertura del molde después de la colada.
Modelo especial resinas, diseñado para mantener el molde perfectamente cerrado cuando se quita la presión a los platos de la centrífuga y no se deformen las piezas interiores de resina que todavía no habrán llegado a su punto óptimo de polimerización y enfriamiento.
Modelo “chupete”, de pequeño tamaño y especialmente diseñado para rodear la pieza, abrochar o fijar el molde entorno a la misma y evitar desplazamientos.